China desempeñará un papel descomunal en la conferencia climática COP29 de este año, con una confianza impulsada por el dominio de Beijing en la industria de la tecnología limpia, mientras que la atención de Occidente se centra en otras cosas.
Los diplomáticos chinos dirán que el país está superando sus objetivos de descarbonización y ayudando al mundo en desarrollo a hacer lo mismo, mientras que Europa y Estados Unidos se quedan atrás.
Un analista chino dijo al Financial Times que la vinculación de las políticas climáticas con el comercio por parte de Occidente está haciendo que la diplomacia climática sea «más politizada, más divisiva«. Solo dos de los líderes del G7 -los primeros ministros británico e italiano- asistirán a la cumbre en Bakú esta semana.
El año que viene, Donald Trump, un conocido escéptico del clima, estará en el cargo en Estados Unidos, mientras que los líderes pro-clima de Canadá y Alemania están tambaleándose.
Traducido de SEMAFOR