China está mejor preparada para una disputa comercial con Estados Unidos que durante el primer mandato de Donald Trump, dijeron los analistas.
Trump promete aranceles elevados a las importaciones chinas, pero Beijing en los últimos cuatro años ha reforzado sus defensas, incluso a través de controles de exportación y una lista de entidades dirigida a empresas estadounidenses, escribió Bloomberg.
Sin embargo, China tiene más que perder ahora: enfrenta una crisis económica y espera evitar otra guerra comercial, lo que podría obligar a Beijing a tomar medidas más enérgicas para impulsar el gasto interno, dijeron los investigadores de Goldman Sachs.
La presión de China sobre Taiwán también es importante; Trump ha cuestionado el respaldo militar de Washington a la isla autónoma, pero es poco probable que abandone por completo el apoyo, escribió Foreign Policy.
Traducido de SEMAFOR