
Brasil atravesó decenas de miles de acres de selva amazónica protegida para construir una carretera con destino a la conferencia climática de la ONU de este año.
Los conservacionistas expresaron su indignación por el impacto ambiental del proyecto, y algunos cuestionaron las credenciales ecológicas del gobierno, según informó la BBC.
El presidente brasileño, Luíz Inácio Lula da Silva, hizo de la protección de la Amazonía una promesa clave de su campaña para derrocar a su predecesor derechista, bajo cuyo mandato se disparó la deforestación.
La próxima cumbre COP30 en Belém pretendía mostrar los esfuerzos del gobierno. Sin embargo, a pesar de la reciente disminución de la deforestación, se estima que el año pasado se talaron 6.000 km² .
Traducido de SEMAFOR