
El rápido derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria plantea el espectro de un vacío de poder en Oriente Medio y un mayor caos en una región ya de por sí volátil, advirtieron los analistas.
Lo que ocurra a continuación depende en gran medida de cómo los rebeldes, un conjunto de facciones que se han enfrentado entre sí, «se repartan el botín de la victoria y el poder«, escribió el editor de Oriente Medio del Financial Times.
El líder de la fuerza rebelde más poderosa ha tratado de presentar a su grupo, anteriormente alineado con Al Qaeda, como más moderado, y anteriormente dijo que no estaba interesado en luchar contra Occidente.
Sin embargo, Estados Unidos considera a su organización un grupo terrorista, lo que plantea interrogantes sobre cómo Occidente podría relacionarse con Siria si él estuviera en el poder.
Traducido de SEMAFOR