Estrategias de enseñanza basadas en actividades prácticas y en el entorno de los estudiantes permiten adaptar la educación primaria a las necesidades de todos los estudiantes, especialmente aquellos con capacidades especiales como trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y autismo.
Así lo demostró una investigación adelantada por Estefany Chica Rivera en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien exploró estrategias innovadoras para mejorar la enseñanza de las matemáticas.
Mediante la implementación de actividades prácticas, tecnológicas y contextualizadas se busca no solo mejorar la comprensión de conceptos matemáticos sino también fomentar habilidades sociales y de resolución de problemas, ofreciendo un enfoque inclusivo que transforma la enseñanza tradicional y abre nuevas oportunidades de aprendizaje para todos los estudiantes.
El trabajo se desarrolló en el Colegio Seminario Redentorista, de Manizales, con un grupo de 68 estudiantes de cuarto grado, incluidos aquellos con TDAH y autismo, quienes recibieron clases para desarrollar el pensamiento métrico a través de actividades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y la resolución de problemas. Durante los 10 meses del año académico de 2023 los estudiantes, de entre 8 y 10 años, se embarcaron en una aventura educativa que cambió su perspectiva sobre las matemáticas.
Esta investigación cobra especial importancia debido a los resultados de las pruebas PISA 2018, en las que Colombia quedó en el puesto 70 de 79 países en el área de Matemáticas. Además, entre los 39 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Colombia obtuvo el puntaje más bajo en los resultados de 2022.
El estudio surgió con la finalidad de abordar algunas necesidades en la educación matemática. Primero, se identificó que los estudiantes enfrentaban dificultades significativas con conceptos métricos básicos como longitud, área y volumen, esenciales no solo para las matemáticas sino también para ciencias y tecnología. Segundo, la metodología tradicional, centrada en el uso de papel y lápiz, no lograba motivar ni involucrar efectivamente a los estudiantes, lo que destacaba la necesidad de implementar enfoques educativos innovadores y más relevantes.
El objetivo principal de este estudio fue contribuir al desarrollo de procesos asociados con el pensamiento métrico en la educación básica primaria y “se evidenció que los estudiantes con TDAH y autismo fueron quienes aprovecharon mejor las técnicas utilizadas”, expresa la investigadora. A través de estrategias de enseñanza innovadoras y contextualizadas, se buscó mejorar la comprensión y aplicación de conceptos métricos entre los estudiantes.
Los resultados del estudio mostraron avances significativos en 4 procesos de pensamiento: (i) los estudiantes, incluidos aquellos con TDAH y autismo, lograron superar su aversión inicial hacia las matemáticas gracias a las actividades prácticas y contextuales, (ii) los estudiantes mostraron mejoras en la comprensión de conceptos métricos utilizando unidades convencionales y no convencionales, (iii) a través de la resolución de problemas, los estudiantes desarrollaron una capacidad crítica para evaluar y aplicar conceptos métricos en diferentes contextos, y (iv) las actividades promovieron habilidades sociales como el trabajo en equipo y la comunicación efectiva, esenciales para estudiantes con TDAH y autismo.
El estudio reveló que trabajar con problemas del entorno inmediato y materiales cotidianos no solo facilitaba la conexión de los estudiantes con los conceptos matemáticos, sino que además se potenciaba la inclusión social y el desarrollo de habilidades estadísticas. La dotación de herramientas para resolver problemas prácticos reforzaba la idea de que las matemáticas son esenciales para enfrentar los desafíos que el mundo necesita resolver. Se observó un aumento del 37,4 % al 51,9 % en el componente de pensamiento métrico, y del 25 % al 38 % en la competencia de resolución de problemas entre el primer y el tercer periodo para la población estudiada.
A partir de las discusiones y los encuentros se observó que trabajar con problemas del entorno inmediato y materiales cotidianos no solo facilitaba la conexión de los estudiantes con los conceptos matemáticos, sino que además potenciaba el componente social y la estadística en la educación. La dotación de herramientas para resolver problemas prácticos reforzaba la idea de que las matemáticas son esenciales para enfrentar los desafíos que el mundo necesita resolver.
El enfoque STEM se propone como una solución integral, reconociendo su capacidad para integrar disciplinas y fomentar un aprendizaje holístico, dado el creciente valor de estas habilidades en el mercado laboral. El estudio también se enfocó en preparar a los estudiantes para enfrentar desafíos futuros utilizando problemas del mundo real para hacer el aprendizaje más significativo y aplicable. Además se evidencia que se trata de una metodología inclusiva que beneficiara a todos los estudiantes, incluidos aquellos con autismo y TDAH.
