Entre guitarras, beats y brindis compartidos, la Industria Licorera de Caldas celebra la temporada más esperada del año: aquella en la que sus marcas recorren el país al ritmo de la fiesta y la emoción.

La Industria Licorera de Caldas (ILC) inicia un intenso recorrido de fin de año con presencia en los principales eventos del país. Este fin de semana del 25 al 27 de octubre de 2025, Medellín será el epicentro: la ILC acompañará los conciertos de Alejandro Fernández, Anuel AA y un gran encuentro salsero en Envigado, llevando el espíritu caldense de sus marcas Ron Viejo de Caldas y Aguardiente Amarillo de Manzanares a los escenarios más vibrantes de Colombia.
Por estos días, el aire huele a fin de año. Las calles se llenan de luces, de risas y de ese rumor de fiesta que anuncia que lo mejor está por venir. Para la Industria Licorera de Caldas (ILC), esta no es una temporada cualquiera: es el momento del año en que las marcas caldenses viajan con la gente, se mezclan con la música y se convierten en parte de las celebraciones que le dan ritmo a Colombia.
“Estamos en la mejor temporada para nosotros y para todas las familias del país”, dice Jorge Vallejo, profesional del área de Trade Marketing de la ILC, con la voz de quien sabe que detrás de cada botella hay mucho más que ventas: hay historias, brindis compartidos, orgullo y tradición.
El arranque de una temporada intensa
Este fin de semana, los equipos de la ILC viajan a Medellín con una agenda tan amplia como diversa. En palabras de Vallejo: “Tendremos una gran cantidad de eventos: el concierto de Alejandro Fernández en La Macarena, el show de Anuel, y un concierto salsero muy grande en Envigado”.
Cada punto de esa lista es una cita con el público, una oportunidad de conectar con la gente que asocia el Ron Viejo de Caldas y el Aguardiente Amarillo de Manzanares con los momentos que quedan en la memoria.
No es casualidad que Medellín sea el epicentro. La ciudad vibra en estos días como pocas: los escenarios están listos, las boleterías agotadas y el ánimo festivo se siente hasta en las montañas. Entre el rugido de las motocicletas que suben a Las Palmas y las luces que adornan el Valle de Aburrá, el fin de semana promete ser una postal viva del cierre de 2025.
🎺 De rey a rey: el legado de un apellido
El sábado 25 de octubre, Alejandro Fernández —“El Potrillo”— vuelve a Medellín con su gira “De Rey a Rey”, un homenaje que trasciende generaciones. Es su manera de tender un puente de gratitud hacia su padre, el inmortal Vicente Fernández, y hacia toda una cultura que aprendió a cantar con el alma en la garganta.


En el Centro de Espectáculos La Macarena, las luces se apagan y el mariachi se enciende. Los primeros acordes de “Como quien pierde una estrella” o “Me dediqué a perderte” desatan un coro que parece venir desde los balcones de Guadalajara hasta los barrios de Castilla y Belén. En cada verso hay nostalgia, pero también celebración: la música ranchera no llora sola, se abraza.
“De Rey a Rey” no es una gira cualquiera. Es una producción monumental dirigida por Diomar García Eventos, Stage Eventos y Páramo Presenta, que une tradición y tecnología para ofrecer un espectáculo de alto nivel. Fernández, con tres décadas de carrera y una voz que mezcla la fuerza del mariachi con la suavidad del pop latino, interpreta los clásicos que lo convirtieron en ícono internacional.
La gira recorrerá también Bucaramanga y Bogotá, donde ofrecerá dos fechas consecutivas en el Movistar Arena, pero Medellín será la primera ciudad colombiana en sentir ese rugido que une pasado y presente. Las boletas, casi agotadas, confirman lo que se intuía desde hace meses: Colombia sigue teniendo un lugar reservado en el corazón del Potrillo.
Y allí estará también la ILC, acompañando con presencia de marca, experiencias y degustaciones en los principales puntos del evento. Porque detrás de cada canción, hay un brindis que espera su momento.
🔥 El pulso urbano de Anuel en Envigado
Mientras Fernández viste de nostalgia La Macarena, a pocos kilómetros, el estadio Polideportivo Sur de Envigado será escenario de un espectáculo muy distinto, pero igual de multitudinario. Anuel AA, el ícono puertorriqueño del trap y el reguetón, llega con su gira “Real Hasta la Muerte 2 Tour”, un recorrido sonoro que combina fuerza, crudeza y conexión emocional con su público.

El artista, que agotó boletería en el Movistar Arena de Bogotá en cuestión de horas, decidió sumar una segunda fecha en Colombia ante la demanda abrumadora de sus seguidores. Medellín se convirtió así en la ciudad elegida para ese encuentro adicional: un concierto que promete llenar de energía y luces urbanas la noche del 25 de octubre.
En escena, Anuel interpretará temas como “China”, “Secreto”, “Adicto” y “Hasta que Dios diga”, himnos que han marcado una generación y lo consolidan como uno de los referentes del género urbano a nivel mundial. La venta de entradas, a través de La Tiquetera, ya reporta localidades agotadas y una expectativa que no se apaga.
La conexión de Anuel con Medellín tiene historia: fue precisamente allí donde, en 2024, compartió escenario con el artista local Blessd. Ambos han mantenido una relación musical sólida que se ha extendido en colaboraciones como “Pórtate Bonito”, mezcla de trap latino y afrobeat que sigue escalando en las plataformas digitales.
Y ahí también estará la ILC, tendiendo puentes entre culturas, generaciones y sonidos. Porque tanto el mariachi como el reguetón tienen algo en común: acompañan los momentos que definen quiénes somos.
🍹 Entre copas, escenarios y territorio
El despliegue de la ILC en Medellín no es solo presencia comercial: es una apuesta cultural. En cada evento, las marcas Ron Viejo de Caldas y Aguardiente Amarillo de Manzanares actúan como embajadoras del espíritu caldense, esa mezcla de hospitalidad, alegría y arraigo que se reconoce a la distancia.
“Queremos que todos en esta temporada brinden en familia con responsabilidad, con los productos de la Industria Licorera de Caldas”, enfatiza Vallejo.
Su voz lleva el eco de una empresa que ha aprendido a crecer de la mano del público, sin perder el alma artesanal que la distingue.
El Trade Marketing de la ILC ha transformado las activaciones en experiencias vivas: puntos de encuentro donde el consumidor no solo prueba un producto, sino que se conecta con una historia. Esa es la diferencia entre vender y acompañar.
Así, en las barras instaladas en los conciertos o en los espacios de socialización, los embajadores de marca no solo ofrecen una bebida: invitan a un ritual compartido. Un brindis por lo nuestro, por el talento, por las canciones que unen acentos y generaciones.
🎶 Dos escenarios, un mismo pulso
Si el fin de semana en Medellín fuera una canción, tendría dos ritmos que laten al mismo tiempo. En La Macarena, los violines del mariachi se mezclan con el eco de un público que corea versos de amor y memoria. En Envigado, las bocinas del reguetón hacen vibrar el suelo con letras urbanas y beats eléctricos.
Entre ambos mundos, la Industria Licorera de Caldas se mueve con naturalidad. Porque su portafolio también es diverso: del refinamiento del Ron Viejo de Caldas, símbolo de madurez y tradición, al carácter vibrante del Aguardiente Amarillo, que encarna la alegría popular y el desenfado.
Es el mismo espíritu que hace de la ILC una empresa moderna con raíces profundas. En cada evento, hay una oportunidad de contar su historia: la de un licor que nació en las montañas, pero aprendió a recorrer el país entero.
🌧️ Cierra el año, se abre la memoria
Con este fin de semana, la ILC da inicio oficial al último tramo del año. Noviembre y diciembre traerán nuevas activaciones, ferias, festivales y alianzas con diferentes sectores, consolidando su presencia en todo el territorio nacional.
Pero más allá de las cifras o las ventas, lo que se celebra es la capacidad de mantener vivo un símbolo. En cada etiqueta, en cada sorbo compartido, hay un pedazo de la identidad caldense que sigue viajando, resistiendo y reinventándose.
Vallejo lo resume con sencillez:
“Queremos estar donde está la gente, donde se celebra la vida. Donde la música se convierte en un motivo para brindar y compartir”.
Y así será. Porque Medellín este fin de semana no dormirá: entre el mariachi que canta al amor y el reguetón que celebra la calle, entre luces, aplausos y copas levantadas, la Industria Licorera de Caldas volverá a hacer lo que mejor sabe: ser parte de los momentos que unen.
La lluvia, si llega, no apagará la fiesta. Solo le dará brillo al pavimento, reflejando las luces del escenario y los colores del Aguardiente Amarillo. Y mientras el público canta, baila o brinda, el país entero respira ese orgullo silencioso que nace en Caldas y se expande con cada trago, con cada historia.
Porque más que una marca, la ILC es una presencia.
Y este fin de semana, su latido se oirá —y se celebrará— desde Medellín hasta el alma.
✍️Un cierre de año con sabor a territorio
La agenda de la ILC no se detiene. Con presencia en conciertos, ferias y festivales, la empresa caldense reafirma su papel como embajadora de la cultura y el sabor del Eje Cafetero. Cada activación es una oportunidad para conectar con el público y mantener viva la esencia artesanal que ha distinguido a sus productos por generaciones.
Desde Medellín, la marca se proyecta hacia el cierre del año con nuevas experiencias y alianzas que fortalecen su presencia nacional. Porque más allá de las cifras, la ILC celebra algo más profundo: la alegría compartida, la música que une acentos y el orgullo de brindar por lo nuestro.
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¿Cuál de estos conciertos te representa más: el mariachi de Alejandro Fernández o el flow urbano de Anuel?
¿Con qué sabor brindarías por el cierre del año: con Ron Viejo de Caldas o con Aguardiente Amarillo?
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