Un acuarelista con una obra que es expresión auténtica de la tierra por su contenido de naturaleza como ríos y nubes, paisajes y construcciones en guadua.
Esta crónica la escribí hace tres años, cuando cumplió 90 años de edad, como un homenaje al artista que llevó a sus cuadros la belleza de Caldas. Recomiendo su lectura para conocer su formación.
Nuestro portal con el aporte del historiador Pedro Felipe Franco republica esta entrada que en su tiempo se denominó “Dominical cultural: Jesús Franco y sus pinceles”
Manizales, 24 de enero de 2021
La acuarela es una técnica pictórica que no tiene muchos seguidores o oficiantes. Al parecer se ubica entre las menores así que es usual que se le mire con cierto desdén injusto porque no hay razón ya todas las técnicas necesitan maestría y mucha intuición. Nuestra región cuenta con un movimiento acuarelistico fuerte que lidera Jesús Franco.
Es tan fuerte la impronta de Franco que los caldenses asociamos acuarela con paisaje y paisaje con acuarela. Son sinónimos para nuestros ojos y en términos de mercadeo se puede decir que Jesús Franco creo e impuso una marca.
Visitando al maestro Franco en días pasados en su casa ubicada en el borde de la ciudad, literalmente, pude apreciar con calma las otras facetas de este infatigable creador. Hizo Franco una referencia que a mi como historiador me gustó mucho y nunca hubiera esperado oírla de un artista. Hablaba Franco de los acuarelistas de la Comisión Corográfica que habían retratado, bajo el mando del coronel Codazzi, las regiones, la gente y los oficios de los colombianos a mediados del siglo antepasado. Fue importantísima para esa época esta comisión ya que captó el país haciendo un exhaustivo inventario, tan completo que hoy en día podemos, por medio de esas laminas, que se pueden apreciar como fotografías, recrear esa compleja época. Acuarelistas como el ingles Price, Carmelo Fernández o Manuel María Paz, perpetuaron la vida colombiana del siglo XIX.
Franco también sufre el afán de explorar y muestra los pueblos y los parajes de nuestra región logrando el mismo efecto que sus históricos colegas. Pero fue con los cuadros donde el maestro retrata el agua donde entendí otra faceta de la creatividad de este hombre. Su pasión son las quebradas porque en ellas puede ver como el agua se apropia de ese espacio para expresar su vitalidad. La caída, la espuma contra la roca, la curvatura obviando el espectáculo, la total calma, el juego con el sol y miles de facetas las captó el maestro con rapidez y satisfacción. El agua hace lo que el arte moderno siempre soñó: disuelve la forma y relativiza el color sin dejar de perder su esencia. Esa fuerza amorfa que maneja su color a ritmo de calidoscopio, que con cada golpecito dado al tubo cambia, es la inspiración de este pintor.
Por supuesto que este hombre tenia todo el entrenamiento para convertirse en abstracto, el agua le enseño los misterios de la forma, la noción de ser y no ser y nunca dejando de ser esencia. Nunca había entendido esa relación. La obra abstracta de Jesús Franco es dinámica y saturada de color y gira sobre la forma así como la enseña el agua. Le pregunté al maestro si aun con esa obra se consideraba paisajista, asunto que me afirmó de inmediato.
Hay una tercera faceta de importancia en la vida y obra de Jesús Franco: su obra surrealista. Se cristalizan aquí influencias de la juventud de este pintor. Dalí en primera línea y los muralistas mejicanos con Rivera a su cabeza. Eran estas dos tendencias dominantes a partir de los años 30 hasta los 60. De Dalí toma el color y el atrevimiento de jugar con las imágenes de corte onírico y de Rivera el contenido social. Logra Franco una adaptación original de estas dos fuertes escuelas empleándolas para expresar ese sentimiento rebelde en lo político ilusionado con poder aportar a poner fin a tanta e innecesaria injusticia. Esta Jesus Franco organizando, para celebrar sus 90 años de intensa vida, una exposición. Es admirable como este alumno de Bellas Artes y después profesor sigue creando mostrando que la creatividad no tiene relación con los años, que se trata mas bien de un impulso vital el cual como su corazón pulsa sangre dentro su cuerpo, sus pinceles esparcen color sobre el lienzo.
Pedro Felipe Hoyos Körbel