Ayer culminó con éxito la “3ª Cátedra Internacional SOCIALAT” 2022, invitación hecha por el equipo de trabajo de la Escuela Javeriana de Gobierno y Ética Pública; organizada de la mano de la Duoc – UC, Escuela de Comunicación, Instituto Profesional chileno creado como fundación por la Pontificia Universidad Católica.  La Cátedra se desarrolló en cinco sesiones las cuales tuvieron lugar los días: 17, 18, 24, 25 de noviembre y 2 de diciembre.

  • 17 noviembre
    • Ética: ¿Qué debemos tener en cuenta durante la transformación?
  • 18 de noviembre
    • Confianza de marca: ¿Dónde está la confianza de las marcas hoy?
  • 24 de noviembre
    • La transformación de los medios de comunicación y la participación ciudadana
  • 25 de noviembre
    • Los lenguajes de odio y la libertad de expresión
  • 2 de diciembre
    • La guerra global de la desinformación

Fue un panel de 3 expertos con sendas ponencias desde tres ópticas diferentes, cabe resaltar la exposición del profesor Mario Enrique Morales Rincón. Magister en estudios literarios con énfasis en creación digital colectiva. Profesor asociado e investigador del Departamento de Comunicación de la Universidad Javeriana, con especialización en medios y opinión pública. Periodista en medios analógicos y digitales con 25 años de experiencia. Docente en áreas como periodismo digital, contenidos digitales, audiovisuales y nuevos medios. Columnista y escritor. Ha publicado en revistas indexadas, de divulgación científica y medios de comunicación en temas asociados a la cibercultura, medios masivos, observatorios de medios, calidad periodística, narrativas digitales y ética.

Inicia hablando de la posverdadese privilegio de las emociones, los prejuicios y las creencias en lugar de los hechos verificables ha hecho mella” y continúa diciendo “ha restringido el espacio racional y argumental. Aparece la opinión públicamente expresada no para enriquecer la visión o el acervo social sino para reforzar las posiciones previamente adquiridas e ignorar “lo otro” como factor discursivo” finaliza la diapositiva con esta sentencia “El periodismo no puede ceder a la tentación de la espectacularización, las mayorías o las pasiones con el pretexto de ser leales con los ciudadanos.” y recomienda: “Sus mandatos son la participación, el equilibrio, el pluralismo y la inclusión, a despecho de los climas de fuerza o las corrientes de opinión dominantes y arrasadoras“. En este punto ya tenía atrapada toda mi atención con su poder discursivo y su sapiencia.

También expuso sobre las narrativas contaminadas como algo que se ha terminado legitimando en la práctica periodística y nos dice: “Pero los renuevan estrategias como los debates con enfoque maniqueo, entre lo malo y lo bueno, entre héroes y villanos, o las puestas en escena que terminan convalidando la realidad como una dualidad y la verdad como una contraposición, sin matices, sin grises y sin espectros ideológicos entre tendencias y opiniones necesaria y exclusivamente contrarias“.

  • El encuadre del justicierismo mediático
  • Los medios se convierten en los adalides de la justicia, antes que de la verdad
  • Las salas de redacción, en tribunales;
  • Desenfoca la misión periodística de entregar información de calidad independientemente de las consecuencias sobre los señalados o eventuales culpables
  • El periodismo de declaraciones, de primacía de voces, de acciones y reacciones antes que de relatos de hechos comprobables;
  • La censura, la autocensura y el contenido eufemístico como estrategia de prevención
  • Los usos desviados del llamado periodismo de inmersión que desvirtúa la escena y el contexto narrados
  • El abuso en el uso de material oficial y de cámaras de seguridad
  • La sobrexcitación de los relatos del miedo
  • La opinión cada vez más mimetizada en la información
  • y el campo expedito para la rumorología, la especulación y el chisme

¿Está en crisis la estantería ética o sus dilemas hoy son más visibles?

¿Hay hoy mayor sensibilidad al respecto?

¿O seguimos pensando, como antaño, que, a la hora de buscar culpables, los medios resultan un chivo expiatorio exquisito y apropiado?

Sí las fake news. Por intereses económicos o ideológicos. Pero también la información fletada, la publicidad engañosa, la propaganda política desprovista de límites, los contenidos fundamentados en la posverdad, la información incompleta. ¿Qué hacer? ¿Es asunto de medios y gobierno? ¿De plataformas y conglomerados tecnológicos? ¿Empresas y ciudadanos qué pueden hacer? ¿Qué deben hacer? ¿O es ya una guerra perdida?

Mediador será entonces el comunicador que se toma en serio esa palabra, pues comunicar ha sido y sigue siendo algo más difícil y largo que informar. Es hacer posible que unos hombres reconozcan a otros, y ello en un “doble sentido”: les reconozcan el derecho a vivir y a pensar diferente y se reconozcan como hombres en esa diferencia”

Jesús Martín Barbero. Filósofo español, experto en cultura y medios de comunicación.

Nos brinda una lista detallada de soluciones y finaliza con un resumen: “No olvidemos que… A pesar de que el periodismo es un campo cada vez más problemático porque incluye menos, excluye más, reflexiona poco y sobrevive sin pasado ni futuro… La información mediática es el único punto de referencia común que tiene una comunidad para pensar, actuar e imaginar la vida. La información en los medios no debe ser monológica; se requieren todas las voces, estéticas narrativas, subjetividades que habitan o conforman la sociedad en donde se instala el medio de comunicación“.

Les adjunto el enlace a un estudio que me parece que complementa la entrada:

DESINFORMACIÓN, BULOS, CURACIÓN Y VERIFICACIÓN. REVISIÓN DE ESTUDIOS EN IBEROAMÉRICA 2017-2020.

Resumen

El objetivo de este artículo es realizar una revisión de las investigaciones sobre desinformación en el ámbito de Iberoamérica entre 2017 y 2020. Para ello, se siguen las normas APA para revisiones y se analizan alrededor de 60 trabajos publicados en revistas indexadas de Iberoamérica, así como libros publicados sobre la temática. Los resultados se muestran agrupados en tres partes: En la primera se revisan los tres conceptos fundamentales relacionados con la  desinformación: el propio término de desinformación, así como posverdad e infodemia. En la segunda, se estudian los principales productos de desinformación: noticias falsas, desórdenes informativos y bulos, atendiendo a sus tipos, temáticas, formatos, y canales. En la tercera parte se presentan las principales estrategias contra la desinformación, revisando los trabajos publicados de dos de ellas: la curación de contenidos y la verificación de hechos. Los autores más destacados sobre la temática a nivel cuantitativo son Magallón-Rosa con 6 trabajos, Ufarte-Ruiz con 4 y García-Marín con 3 trabajos. Asimismo, se pueden destacar por su análisis de la desinformación en el área de Iberoamérica los estudios de Palau-Sampio (2018), Vizoso y Vázquez-Herrero (2019) y Rodríguez-Pérez (2020), por su análisis de las tipologías de bulos el trabajo de Salaverría et al (2020) y por las propuestas sobre curación  los trabajos de López-Borrull con colaboradores. Entre las conclusiones, se ha visto que el fenómeno de la desinformación es altamente poliédrico, pero que la sociedad tiene instrumentos para afrontarlo, como la curación y la verificación o fact cheking.

Enlace a la pagina de la revista científica TELOS donde puede descargar en PDF el artículo de investigación

Por webmaster

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.