
Venezuela liberó a varios prisioneros estadounidenses y acordó recibir a migrantes deportados luego de una visita a Caracas de un enviado del presidente Donald Trump.
El presidente venezolano Nicolás Maduro, por quien Washington puso una recompensa de 25 millones de dólares el mes pasado, dijo que el país había dado «los primeros pasos» hacia una nueva relación bilateral con Estados Unidos.
Mientras tanto, la Casa Blanca anunció el domingo que retiraría el estatus de protección temporal a más de 300.000 venezolanos que viven en Estados Unidos, dejándolos vulnerables a la deportación en los próximos meses.
Casi una cuarta parte de la población de Venezuela ha huido del país en los últimos años en medio de una grave recesión económica y la creciente represión de Maduro contra la disidencia, y muchos temen ser arrestados si regresan a su patria.
Traducido de SEMAFOR