Cinco años después, el establishment y los medios de comunicación estadounidenses necesitan un «ajuste de cuentas» sobre su gestión de la COVID-19, escribió una destacada periodista científica.
Kelsey Piper señaló en Vox que las primeras historias de los medios —argumentando que la gripe era más peligrosa o riéndose de los «hermanos tecnológicos» por negarse a saludar— minaron mucha confianza.
Cuando las muertes aumentaron y los medios comenzaron a tomar en serio la COVID, el «giro brusco rara vez se reconoció».
Los funcionarios de salud pública cambiaron de postura sobre los confinamientos, las mascarillas y las reuniones al aire libre «sin reflexionar mucho» sobre por qué sus consejos anteriores eran erróneos, lo que dañó la credibilidad.
«Es mucho más fácil perder la confianza que ganarla», argumentó Piper: «Tratar a las personas… como si no fueran muy inteligentes… causó un daño incalculable«.
Traducido de SEMAFOR
