
Según los expertos, el primer ministro indonesio Prabowo Subianto está acumulando poder de una manera que hace temer que se trate de una autocracia.
Incorporó a su gabinete a más de 100 ministros, aparentemente para mejorar la inclusión, pero la medida “consolida el poder al recompensar la lealtad por sobre el disenso”, argumentó un analista, al tiempo que permite que las decisiones las tome un círculo interno cerrado.
También está impulsando la influencia del ejército en los asuntos civiles, ampliando su papel para incluir el desarrollo agrícola y la distribución de comidas gratuitas, actividades aparentemente inofensivas, pero que “mejoran la presencia política del ejército”, según un académico.
Indonesia fue una dictadura militar hasta 1998, y a los observadores les preocupa que los cambios estén reafirmando la “doble función” del ejército en el país.
Traducido de SEMAFOR