Semanas antes de su estreno, Gladiator II está generando revuelo entre los aficionados a la historia romana, que han identificado flagrantes inexactitudes factuales.
Por ejemplo, no hay evidencia de que los gladiadores montaran rinocerontes en la arena, como lo hacen en la película. Y si bien es cierto que el Coliseo se inundó para las batallas navales, es probable que no hubiera tiburones en ellas, como muestra el tráiler.
“Total estupidez de Hollywood“, dijo un profesor de clásicos a The Hollywood Reporter. “No creo que los romanos supieran lo que era un tiburón”.
En una escena, un noble romano se sienta en un café, que aún no existía, mientras lee un periódico, un medio que tampoco existía.
Al director Ridley Scott, que enfrentó un escrutinio similar por Napoleon, no le molesta el alboroto: “Cuando llegas a 2024, todo es especulación”.
Traducido de SEMAFOR