La OTAN está profundizando sus vínculos con países no miembros de Asia y el Pacífico, lo que indica el deseo de Estados Unidos de contrarrestar a China en la región.
La guerra en Ucrania sigue encabezando la lista de prioridades de la OTAN, y la asistencia de líderes de Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur a la cumbre del grupo en Washington esta semana muestra cómo Rusia y China presentan desafíos superpuestos para un orden mundial liderado por Estados Unidos.
Sin embargo, algunos estados miembros europeos «se han mostrado reacios a vincular los dos teatros estratégicos«, escribió World Politics Review.
Los esfuerzos de Washington por apuntalar las alianzas de seguridad en Asia también despertaron inquietudes en Pekín, donde los funcionarios han acusado a Estados Unidos de intentar crear «la versión asiática de la OTAN«.
Traducido de SEMAFOR