Más del 95% de la electricidad de Francia fue producida por fuentes bajas en carbono en 2024, un récord.
Parte de la flota nuclear del país había estado cerrada por mantenimiento hasta 2022 y 2023, pero volvió a funcionar el año pasado, con un aumento de la generación nuclear del 13% interanual.
Las fuertes lluvias impulsaron al sector hidroeléctrico de Francia hasta alcanzar un máximo de 12 años, impulsando las energías renovables al 28% de la producción total, y los combustibles fósiles produjeron menos energía que en cualquier otro momento desde principios de la década de 1950.
La energía solar retrocedió ligeramente, pero Francia puede esperar otro año bajo en carbono en 2025: la primera nueva planta nuclear en 25 años se agregó a la red en diciembre. Se planean otras seis, pero
es poco probable que entren en funcionamiento hasta la década de 2030.
Traducido de SEMAFOR
