
Irán prometió vengar el asesinato del alto dirigente de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán, y al parecer
ordenó un ataque directo contra Israel.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su país había asestado «golpes aplastantes» a los agentes respaldados por Irán, sin reivindicar la responsabilidad del asesinato.
La muerte de Haniyeh, un día después de que Israel matara a un alto dirigente de Hezbolá en Beirut, ha puesto en vilo a Oriente Medio mientras espera la represalia de Irán, que podría desencadenar la guerra total que la región ha temido desde el 7 de octubre.
Pero los asesinatos gemelos podrían en realidad reducir la tensión, argumentó Graeme Wood, de The Atlantic. Los «ataques precisos» de Israel son una alternativa a destruir a Hezbolá mediante una guerra en toda regla, escribió. Que Irán inicie una ahora sería «una apuesta extrema, en un momento en que Israel acaba de darle a Irán motivos para dudar de que la fortuna lo favorezca «.
Traducido de SEMAFOR