La India reformó su código penal por primera vez desde que el país se independizó del dominio colonial británico.
El primer ministro Narendra Modi dijo que los cambios “darían justicia, no castigo”, pero los críticos advirtieron que una avalancha de posibles casos podría abrumar al ya sobrecargado sistema judicial de la India.
La reforma incluye la derogación de una ley de sedición de la era colonial, una nueva definición expansiva de terrorismo y la criminalización de actividades que se consideren que causan “peligro, obstrucción o daño” en público (estas reglas ya se han utilizado para multar a un vendedor ambulante por bloquear una carretera).
El Indian Express sostuvo que los cambios deberían ser parte de un “trabajo en progreso” para transformar el sistema judicial, uno “que necesita leyes que se adapten constantemente a las necesidades cambiantes de aquellos a quienes pretende gobernar”.
Traducido de SEMAFOR