
Los reguladores estadounidenses dijeron que los drones de reparto de Amazon podrían volar fuera de la vista de sus operadores, eliminando una barrera importante para su uso generalizado.
Amazon lanzó su proyecto de entrega con drones en College Station, Texas, en 2022, pero se le exigió que no enviara drones “más allá de la línea de visión”. La Administración Federal de Aviación levantó ese requisito después de que Amazon demostró que sus drones podían detectar y evitar obstáculos en el aire.
Amazon ahora ampliará sus operaciones, con el objetivo de alcanzar 500 millones de entregas anuales con drones para 2030, aunque aún le queda un largo camino por recorrer: este año cerró su único otro sitio de entrega con drones, en Lockeford, California.
Traducido de SEMAFOR