Pekín y Washington intercambiaron tres prisioneros cada uno, mientras que Estados Unidos redujo su advertencia de viaje a China, una noticia positiva poco común que involucra a las superpotencias rivales.
El trío de estadounidenses detenidos por Pekín fue detenido por cargos de drogas y espionaje, pero Washington argumentó que fueron encarcelados injustamente. No se dieron a conocer detalles sobre los ciudadanos chinos liberados.
Mientras tanto, el Departamento de Estado de Estados Unidos eliminó una nota «D» (usada para indicar el riesgo de detención injusta) de su advertencia de viaje a China, y un portavoz le dijo a The Hill que
ya no hay estadounidenses que cumplan con esa designación en China.
El acuerdo se produjo antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asumiera el cargo, y los analistas advirtieron que su equipo de política exterior de línea dura podría resultar en mayores tensiones con Pekín.
Traducido de SEMAFOR