
El mundo árabe reaccionó con sorpresa a la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de que Estados Unidos anexara Gaza y expulsara a sus ciudadanos.
Junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump dijo a los periodistas que Gaza había sido un “símbolo de muerte y destrucción”, y que la gente que “ha vivido una existencia miserable allí” debería irse para que Estados Unidos pueda convertirla en “la Riviera del Medio Oriente”.
Los líderes palestinos rechazaron la idea, y Arabia Saudita dijo que el plan era inaceptable, insistiendo en que no normalizaría los lazos con Israel -una prioridad clave de Estados Unidos- en ausencia de un estado palestino. “Sr. Trump, es hora de que Estados Unidos reconozca a Palestina”, escribió un ex embajador saudí en Washington en The National.
Traducido de SEMAFOR