
Estados Unidos comenzó a transportar a migrantes detenidos a su base naval en la bahía de Guantánamo, Cuba, mientras Washington amplía su ofensiva contra la migración.
La medida se produce un día después de que la administración Trump dijera que consideraría una propuesta de El Salvador para enviar migrantes allí también.
El ministro de Relaciones Exteriores de México, cuyo país representa casi una cuarta parte de todos los migrantes en Estados Unidos, dijo que los deportados solo deberían ser enviados a sus países de origen.
Más allá del costo humano de transportar a personas a naciones en las que no han vivido durante años, si es que lo hacen, las deportaciones masivas podrían tener un impacto importante en las economías latinoamericanas: los mexicanos en Estados Unidos enviaron a casa un récord de 65 mil millones de dólares en remesas en 2024, lo que representa alrededor del 3,6% del PIB del país.
Traducido de SEMAFOR